Un espejo cuyo reflejo llega 20 años después.
Miguel Ángel Hernández hace un ejercicio de memoria colectiva, unos recuerdos que habitan en el alma del pueblo que le vio crecer. El autor intenta reconstruir mediante entrevistas, fotos y recuerdos el instante en que su mejor amigo mata a su hermana y después se suicida. Una historia que su pueblo intento dejar en el pasado, la Nochebuena de 1995. Miguel Ángel nos relata sus correrías con Nicolás antes de que este matará a su hermana Rosi, los recuerdos de un niño. La obra sirve como experiencia de introspección al propio autor, una historia catártica, el novelista busca enfrentarse al pasado. No sólo es el intento de comprensión y reconstrucción de una historia, es la mirada sobre si mismo del autor. Sigue leyendo