Hoy hablaré de una de las novelas que siempre recomiendo. Es una de las obras mas celebradas del autor, Haruki Murakami. Una obra coral donde distintos personajes desfilan por sus páginas: gatos parlanchines, el Coronel Sanders (Icono de KFC) o Johnnie Walker (Personaje vestido como el de la marca de whisky).
Los protagonistas dos hombres, Kafka Tamura y Satoru Nakata, nos hablan de dos mundos, el real y el simbólico. Nunca sabremos muy bien donde transcurre cada acción ya que los personajes se mueven entre uno y otro constantemente.
La acción comienza cuando Kafka escapa de casa de su padre, obsesionado con que su hijo será el nuevo Edipo. Realmente el nombre del personaje lo desconocemos, lo llamamos Kafka porque así se llama el personaje de su interior que lo guía en la novela. Kafka conocerá a la joven Sakura, con quién entabla una rara amistad.
Satoru por su parte tiene la habilidad de hablar con los gatos, dicha propiedad la adquiere cuando durante la II Guerra Mundial paseando por el campo con sus compañeros de clase ven un destello enorme y se desmayan. Todos despiertan menos Satoru que permanece en coma semanas, al despertar ha perdido facultades mentales pero ha adquirido la habilidad de comunicarse con los gatos.
Con estos dos planteamientos iniciales la novela va adquiriendo una gran variedad de matices a lo largo de las páginas gracias los diferentes encuentros con los personajes mas variopintos.
La novela acaba convirtiéndose en un lago que comienza siendo un riachuelo, donde cascadas y rápidos nos hacen disfrutar de muchas sensaciones.
Aparentemente las dos historias son inconexas pero realmente son las caras de una misma moneda.
Esta novela merece una luna llena. Una obra que nos habla de la profundidad del alma con toques de humor, tragedia, drama y melancolía. Una obra escrita con gran sensibilidad. Murakami dentro de la literatura tiene su propio “género”, al que pertenecen sus novelas El fin del mundo y un despiadado país de maravillas, Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, 1Q84 y la obra de la que estamos hablando Kafka en la orilla. La obra recibió el Premio Mundial de Fantasía en 2006.
Haruki Murakami (Kioto, 1949) es el eterno candidato al Nobel. Premiado con los premios Christian Andersen (2016), Jerusalem (2009) y Franz Kafka (2006) entre otros. Autor prolífico, destacan sus obras Tokyo blues, El fin del mundo y un despiadado país de maravillas, After Dark entre muchas otras. Es aficionado al jazz, incluso abrió un club llamado Peter cat . La cultura pop está muy presente en sus novelas sobre todo la música incluyendo está influencia en algún título como Tokyo blues, Norwegian Wood (canción de The Beatles). También es aficionado al deporte como demuestran obras como De que hablo cuando hablo de correr.
¡Disfrútela quién se atreva!