En nuestra vida la espera es un elemento indispensable, muchas de la situaciones y sentimientos cotidianos están relacionados con ella: la venganza, el deseo, el amor platónico, el anhelo, el enfermo que espera la cura, el correo, el aburrimiento, el paso de las estaciones, los minutos, las noticias, esperar a un amigo. La tecnología hace que el concepto de espera haya sido modificado a lo largo de la historia: internet, el teléfono, los trenes, la aviación… Otro elemento en el que percibimos la espera es en las religiones y la religiosidad, ejemplo claro de ello es la espera futura a encontrar algo tras la muerte. Los cuentos y relatos también nos hablan de la espera, Penélope aguarda a Ulises y este el poder volver a casa, La Bella Durmiente espera un beso y La Cenicienta espera que el príncipe la encuentre. La fotografía es un momento de congelación en el tiempo así como el viaje es un paréntesis en lo cotidiano estas dos premisas sirven para poner en relación estas dos acciones con el concepto de espera. El hastío, el tedio y el aburrimiento intimamente relacionados con la espera nos hacen reflexionar como el capitalismo ha copado esos espacios de relax y desconexión necesarios conviértiendolos en espacios de consumo, ya no disfrutamos de paseos, sofás, siestas…ese espacio se llena con gimnasios, compras, ocio-multimedia.
Luna llena para este análisis sobre un elemento tan cotidiano como la espera. Un conjunto de ideas y referencias que hacen que los lectores paren sus vidas y se replanteen algunas maneras de observar el paso del tiempo. Un texto para disfrutar sentado en un sillón rodeado por la música de Arvo Pärt, Max Richter, o Johan Johansson.
Andrea Köhler (Bad Pyrmont,) es escritora y periodista. Actualmente trabaja como corresponsal de cultura en Estados Unidos para un periódico suizo. En 2003 recibió el Premio Berlín de Crítica Literaria.
¡Disfrútela quien se atreva!