Tras la muerte de su marido Etsuko se marcha a vivir al campo cercano con su suegro y sus cuñados. Allí conoce una vida apacible, gobierna una gran casa y organiza junto a su suegro las tareas agrícolas. Pronto su atención repara en uno de los sirvientes Saburo, un joven de gran belleza. Etsuko se obsesiona y queda dominada por la pasión en todas sus facetas, la locura se apodera de esta mujer dispuesta a todo por llamar la atención del sirviente. Por otra parte Etsuko comparte el lecho con su suegro, se deja amar por el viejo a cambio de seguir gobernando la hacienda.
Luna llena para un texto que nos habla de la pasión y la locura. Un texto cargado de poesía y lirismo. La crueldad y la sangre fría de Etsuko contrastan con la inocencia de Miyo, una de las sirvientas. Los personajes como los cuñados o el suegro crean un contexto de encierro, de ausencia de libertad, de control absoluto. Esta sensación contrasta con la libertad que nos describe el autor con las imágenes del campo. El anciano que se rinde ante un cuerpo joven, Etsuko que se deja amar por su suegro a cambio de gobernar la casa, los sirvientes usados como piezas de un puzzle a capricho…todos estos elementos nos hablan de una sociedad a punto de estallar.
Yukio Mishima (Yotsuya, 1925- Ibídem, 1970) fue novelista, ensayista, cineasta, dramaturgo y crítico. Fundó unas milicias en defensa de la restauración del Emperador. Tras secuestrar a un alto mando militar para presionar al ejército buscando su apoyo y fracasar decide suicidarse.
¡Disfrútela quien se atreva!