Nos encontramos ante un Walden moderno, alguien que reflexiona sobre su entorno y se retira de la vida en la ciudad…bueno las circunstancias lo obligan a retirarse.

Nuestro protagonista, Manuel, ataca en defensa propia a un policía y lo hiere. Ante la nueva ley que se ha aprobado en el país esto puede llevarlo a la cárcel. Manuel huye en busca de un lugar seguro, su destino es Zarzahuriel. Este pueblo ficticio es un pueblo vacío de la Castilla profunda. Manuel sobrevive con lo que cultiva y consigue en los envíos que su tío le hace mediante un Lidl. Nuestro protagonista vive en una casa abandonada junto a una pila de libros de la colección de clásicos Austral. Su vida es una vida cómoda, la única preocupación es que no lo descubran…lo que será un gran reto.

Luna creciente para esta novela original. Una crítica valiente a la sociedad en la que vivimos. El autor mediante el humor resalta ciertos comportamientos humanos, costumbres, aficiones y gestos.

Santiago Lorenzo (Portugalete, 1964) estudió imagen y guión en la Universidad Complutense. Posteriormente estudió dirección escénica en la RESAD. Fundó la productora El Lápiz de la Factoría. Además ha producido cortometrajes. La novela aquí reseñada es su quinto libro.

¡Disfrútela quien se atreva!