Una novela íntima. La desaparición de un ser amado. Una desaparición espiritual.
El cuerpo de Blanca sigue estando al lado de nuestro protagonista. Una Blanca que no es la real. Un hombre gris, oficinista, metódico, tranquilo. La ciudad elegida es Jaén. Una mujer siempre enamorada de artistas, amante de las artes plásticas y escénicas. La novela es la historia de dos seres perdidos que se encuentran. Mario rescata una noche a Blanca de una vida rota. Poco a poco Blanca encontrará en su compañero la estabilidad emocional que necesita su vida, pero no es Blanca. El pasado de la chica, los hombres con los que estuvo serán el fantasma que los atormente a ambos durante la novela.
Luna creciente para esta obra breve. Una novela ligera. No es una de las mejores obras del autor. Muñoz Molina es uno de los grandes maestros de la literatura contemporánea española. Esta obra parece un ejercicio, una historia sencilla, común. Elige el autor Jaén-hombre gris como protagonista y los enfrenta a Madrid-pintor. La novela parece un reflexión sobre la vida cultural de ambas ciudades. Una obra con tintes autobiográficos ya que el autor es de Jaén y fue funcionario en Granada.
Antonio Muñoz Molina (Úbeda, 1956) es escritor y columnista. Vive entre Madrid y Nueva York, donde ha dirigido el Instituto Cervantes. Estudió historia del arte en Granada y periodismo en Madrid. En 1995 ingresó en la Real Academia Española. Premio Príncipe de Asturias de las Letras (2013). En 1997 ganó el Premio de la Crítica y el Premio Nacional de Narrativa. Además posee el Premio Planeta (1991). Es autor de numerosos ensayos y novelas, destacan: El invierno en Lisboa, El jinete polaco, Plenilunio, Beatus ille o Beltenebros.
¡Disfrútela quien se atreva!