Albain es un niño cuando conoce a Geai, una dama que se le aparece al otro lado de una fina capa de hielo. Nadie salvo el joven protagonista es capaz de ver a este ser que murió hace dos mil trescientos cuarenta y dos días. Geai acompañará a Albin en la escuela, en casa y en sus primeros trabajos hasta que conozca el amor. El ambiente donde crece el joven esta lleno de hostilidades desde su casa hasta la escuela por lo que Geai será su refugio.
Luna creciente para un texto cargado de poesía. Bobin se recrea en el lenguaje y nos deleita con la belleza de los matices. La sonrisa de Geai es el elemento que desencadena la historia, el encuentro entre dos seres que se encuentras solos, Albain en el mundo de los vivos y Geai, en el mundo de los muertos.
Christian Bobin (Creusot, 1951) estudió filosofía. Su desarrollo profesional ha ido siempre ligado al de su padre, diseñador en un fábrica, donde el autor trabajó. Fue redactor en la revista Millieux. Sus textos siempre presentan una carga moralista.
¡Disfrútela quien se atreva!